miércoles, 10 de octubre de 2012

La Huella Ecológica

   Ahora en la biblioteca también pueden encontrar artículos con relación a este tema. Les dejo una reseña:

¿Cuánto necesitas para vivir y cuánto usas?




   Todos los seres humanos y las plantas y animales del planeta requieren de alimento, energía y agua para crecer y vivir. En el caso del hombre, la cantidad de recursos que utiliza depende de su estilo de vida.

   Algunos de nosotros, como los que habitamos en la ciudad, desperdiciamos mucha agua, utilizamos numerosos aparatos eléctricos, consumimos alimentos que son traídos desde otros estados u otros países, viajamos en carro y en avión, usamos muchos envases de plástico y producimos mucha basura. Al utilizar todos estos recursos, estamos reduciendo la superficie de bosques, praderas, desiertos, manglares, arrecifes, selvas, y la calidad de los mares del mundo.    El impacto de una persona, ciudad o país, sobre la Tierra, para satisfacer lo que consume y para absorber sus residuos, se conoce como huella ecológica.




   Por el contrario, la gente que habita en zonas rurales, en donde usan poco agua y pocos aparatos eléctricos, se alimentan de sus siembras, viajan a pie o a caballo, usan menos envases de plástico y producen menos basura, tiene una huella ecológica pequeña.

   En México, tenemos la mala costumbre de creer que vivimos en un país rico y diverso en recursos naturales; tanto como si fuera un súper país con todo lo que se necesita para ser una potencia mundial.

   Lo cierto es que poco sabemos de la explotación industrializada o del impacto que tenemos en la naturaleza personalmente.

   La idea de que tenemos un súper país es antigua, al parecer es un sentimiento que heredamos de otras décadas y que no se ha actualizado.

   Según el reporte del Global Footprint Network, en 1961 México utilizaba un tercio de su biocapacidad, pero con el crecimiento de la población y la economía, para el año 2001 ya consumíamos 1.5 veces nuestra biocapacidad, es decir, una mitad más de lo que en realidad tenemos. Esto es posible porque se importan recursos, pero también porque gastamos lo que tenemos.




   La biocapacidad o huella ecológica, mide qué tanta área de tierra y agua requiere una población para producir los recursos que consume y para absorber sus desechos, tomando en cuenta la tecnología existente.

   La idea es tener un medidor para que los seres humanos no consuman más recursos de los que la naturaleza puede renovar: un consumo sustentable. En un mundo sustentable, la demanda de la sociedad sobre la naturaleza está en balance con la capacidad de la naturaleza para cubrir esa demanda.

   Se calcula que la biocapacidad mundial existente es de 1.7 hectáreas por habitante, es decir, si repartiera el terreno productivo tocaría de a 1.7 hectáreas por persona. De la misma forma se estima que la huella ecológica mundial promedio es de 2.8 hectáreas por habitante, lo que significa que se necesitarían dos planetas como la Tierra para satisfacer el ritmo actual de consumo y generación de residuos.




   También les anexo un reporte donde se mide la huella ecológica que utiliza capa país. (Carbón,  pasto, bosque, pesca, tierras de cultivo y área de construcción). 







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